La pandemia del Coronavirus lo ha cambiado todo en España. Este es el tercer país con mayor número de casos a nivel mundial según estadísticas actualizadas del Hospital Johns Hopkins.
Hasta ahora más de 100.000 personas han contraído la enfermedad en este país ibérico, lo cual ha obligado al Gobierno español a prorrogar el estado de alarma hasta el 11 de abril.
A su vez, la población civil deberá mantenerse en confinamiento para intentar aplanar la curva de contagios que creció rápida y exponencialmente durante todo el mes de marzo.
En España paralizan los trabajos “no esenciales”
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunció que desde el pasado 30 de marzo estarán paralizados todos los trabajos “no esenciales”.
Esto significa que los trabajadores que presten actividades vinculadas a los sectores no esenciales deberán quedarse en casa acatando la medida del confinamiento.
Es innegable que el COVID-19 ha paralizado la industria española. El sector industrial y el automotriz son solo algunos de los más perjudicados.
De acuerdo a un estudio realizado por el Instituto Alemán Ifo, cada semana de paralización económica le cuesta a España “entre 10.000 y 20.000 millones de euros, o entre el 0,8 y 1,6 puntos porcentuales de crecimiento del Producto Interno Bruto”.
La industria alimentaria no está paralizada
De acuerdo a información publicada en el Boletín Oficial del Estado que data del 29 de marzo de 2020, los trabajadores esenciales serán aquellos que “participen en la cadena de abastecimiento del mercado”.
En este grupo se incluyen las empresas alimenticias, y por ende, estas podrán seguir trabajando a toda máquina para que sus productos puedan ser adquiridos por el consumidor final sin ningún tipo de problema.
En palabras sencillas, el sector alimenticio no ha sufrido el cese de las actividades a causa de la crisis del Coronavirus que ha tenido repercusiones sanitarias, sociales y económicas alarmantes en este país europeo.
En consecuencia, las ventas de la industria alimentaria han experimentado un repunte importante durante las últimas semanas.
Según datos de la consultora Nielsen, las ventas en el sector distribución subieron un 8,3% durante la última semana de febrero, y desde entonces no han parado de mostrar una tendencia al alza.
En contraparte, los sectores del país que han tenido que parar sus procesos productivos, de distribución, o ventas, han sufrido pérdidas millonarias.
Adicionalmente, la crisis económica ocasionada por el COVID-19 también ha disparado la tasa de desempleo en España, tanto así que el número total de desempleados para finales de marzo fue de 3.548.312, según datos revelados por la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz.
Es innegable que el mundo después del Coronavirus será distinto, y mientras esta crisis no logre ser controlada seguirá teniendo en jaque a la economía española y mundial.